Sólo te pido que me prometas que serás feliz,
no importa quién esté a tu lado,
no importa el lugar,
no importa el clima,
no importan las condiciones adversas,
ni ningún ser humano.
Sólo te pido que siempre seas
el ser más feliz de todo el universo.
Que cuides tu cuerpo, tu alma y tu espíritu
sobre cualquier circunstancia.
Sólo te pido que abraces a tus seres queridos,
que les tengas paciencia,
que aceptes mi más profundo agradecimiento por existir
y que siempre tomes un respiro
para continuar en armonía.
Te pido que no olvides la persona grandiosa que he sido, soy y seré.
Llévame, aunque sea, en un rincón de tu mente
y en lo más profundo de tu corazón.
Sólo te pido que siempre tengas una sonrisa en tu boca,
que jamás dejes de ser la mujer berraca que eres,
y que no olvides ninguno de nuestros momentos:
amaneceres, atardeceres, viajes, desayunos,
fuegos, bailes, carcajadas, lunas, tréboles,
celebraciones y miradas cómplices.
Sólo te pido que tengas instantes de contemplación
bajo un palo de mango,
y que algún día me perdones.
Prométeme que vas a evolucionar,
que vas a trascender en soledad y en silencio.
Prométeme que serás la mujer que siempre soñaste.
Sólo te pido que seas tú.