Enclavado entre montañas que cuentan historias milenarias, Villa de Leyva ha sido testigo de la convergencia entre tradición y modernidad. Este pintoresco municipio, conocido por sus calles empedradas y su encanto colonial, enfrenta un desafío silencioso pero significativo: cómo mantener su identidad y prosperidad económica sin perder el sentido de comunidad y pertenencia.